El jueves, día 4, después de actualizar el blog salimos a dar una vuelta por Lyon. Nos habían informado de que había una fiesta de no sé que facultad, así que nos dirigimos a un bar, de nombre tremendamente camp, Lipstick, acompañados de Moe, inglés, y Verónica, mexicana. (Otra vez blogger que no me deja subir fotos, creo que debo tener un virus o algo porque hotmail no me funciona). Si bien, salimos conscientes de que tendríamos que volvernos pronto debido a que al día siguiente a las 9 de la mañana teníamos que estar en la otra punta de la ciudad para escoger las asignaturas y todo el rollo burocrático. Pero volverse pronto en Lyon es volverse a las 11, porque a las 3 de la mañana todo cierra, Y CIERRA. No hay posibilidad de alargarlo más. Así que a las 12, y ahuyentados por la lluvia del siglo nos volvimos a la resi. Total, para nada, porque al día siguiente, tras coger 2 metros y un tranvía, llegamos al campus de Bron donde descubrimos un precioso cartel en el que rezaba: Vendredi le 12 l'Administration será fermée. Con lo cual, media vuelta. Aprovechamos la mañana para volver a ikea a comprar cuatro cosas que nos faltaban. Después, volver a la resi para comer y hacer tiempo hasta llegar al examen de francés. Indescriptible. La prueba oral consistía en escuchar una canción y deducir cosas a partir de la letra. Mi querida compañera Carla no se enteró muy bien, y mientras todos estirábamos las orejas para poder comprender a aquel Bustamante francés, ella bailaba la canción. Cuando quedaban 20 segundos para que terminara la segunda, y última, escucha de la canción, Carla se alarmó y gritó: ¿¡Que hay que responder escuchando la canción?! Afortunadamente es sólo una prueba para colocarnos en uno u otro nivel, que será bajo, por cierto.
Después del examen y de hacer unas compras miramos el reloj: Son sólo las 4 y media de la tarde y parece las 8. This is Lyon. Tras vaguear, pegarme un rato con el ordenador y descansar leyendo a Saramago de nuevo, bajamos a cenar al comedor. Allí, POR FIN, vemos un poco de aglomeración de gente. Parece que va a haber algo de "fiesta". Entre dos argentinos, dos rumanas, tres españoles, un inglés, un etíope, un argelino y dos brasileñas salimos tras jugar a unos cuantos juegos de beber ( eso sí, en inglés que es más divertido). Parece que hay gente por la calle (¡increíble!) pero ya es tarde para salir. Los bares están petados, no podemos entrar ni en la mitad de ellos, excepto en uno. Uno llamado Café Sevilla.
La "jartedad"(?) de la situación era máxima. Prometo que cuando pueda colgaré las fotos del bar ( véase fotolog) porque era lo más. Carteles de corridas de toros, pósters de Sarita Montiel y anuncios de Anís con peineta incluida. Ahora, lo mejor, era la música. De reguetón extraño, a ritmos latinos irreconocibles hasta llegar a... MARIA ISABEL! Fue absolutamente increíble. Los franceses perreando y balbuceando un "po va a ser que no" como si fuese la canción del siglo. Mortal.
Son las 2 y media, el bar cierra. Se acabó la primera fiesta Erasmus, y a pesar del poco tiempo, del poco alcohol y del mal tiempo, lo pasamos bien.
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2 comentarios:
JAvi!!
Estoy enganchada a tu diario de bitácora, casi siempre que puedo lo leo. Espero que no nos cuentes las veces que cagas al día, porque es lo que te falta. Pero cuando llegue, después de leer lo tuyo, voy a ser la mejor erasmus del mundo. Ja!!
ves tronco!
todo llega.
Yo ayer vi el mejor concierto que existio nunca en el mundo ( ya se que tu viste a Chris martin, pero imagina que nunca lo hubieses visto) INCREIBLE we are scientsts y rem, ( le quiero muschisisisismo, por cierto aqwui nos congelamso de frio y te echo de menos
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